El titular de la cartera sanitaria de la provincia es uno de los funcionarios con más perfil bajo, pero que debido a la coyuntura de la pandemia se vio obligado a tener que modificar su costado mediático. Esa decisión de esquivar los micrófonos obedece a que Daniel Gollán es uno de los protagonistas de una de las iniciativas del kirchnerismo que más críticas recibió.
Se trata del polémico “Plan Qunita”, lanzado en la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, cuando él mismo encabezaba el Ministerio de Salud de la Nación. Esa medida le valió a Gollán varias citaciones a declaratoria y hasta un procesamiento en el año 2016 junto a quien fuera Jefe de Gabinete por ese entonces, Aníbal Fernández.
Fue el fallecido juez Claudio Bonadio quien dictó ambos procesamientos, en una causa con un total de 18 personas implicadas, en la que se los acusaba de presunta “administración fraudulenta” por sobreprecios en la implementación de la iniciativa y la compra de materiales, del programa destinado a proveer de un kit de productos para el bebé a madres de sectores vulnerables.
El argumento que utilizó en su momento el magistrado para determinar su sentencia, es que el plan generó un perjuicio económico ″considerable″ a las arcas del Estado ya que la partida presupuestaria librada fue de $1.097 millones de pesos para 140.000 kits cuando la prevista originalmente para la operación era de $675 millones para 150.000 kits.
El mismo funcionario que estuvo bajo la lupa de la Justicia por un programa que todavía debe explicaciones será quien planifique la vacunación contra el coronavirus en la provincia, y todo ello lo hará cobrando la jugosa cifra de $297 mil mensuales como sueldo, a lo que se le suma los casi $17 mil que percibe de la Universidad de Buenos Aires.
Sin embargo, lo curioso de esta situación es excepcional es que su esposa, Gladys Mendez, tiene un puesto en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), del cual cobra poco más de $110 mil mensuales. Casualmente, es el organismo que deberá aprobar y validar cualquiera de las vacunas que estén disponibles para hacerle frente al Covid-19.
En sus largos años como funcionario público, Gollán pasaba desapercibido hasta que le tocó la tarea de reemplazar a Juan Manzur en el Ministerio de Salud en el año 2015 cuando se desempeñaba como Secretario de Salud Comunitaria. Fue también subdirector de la ANMAT entre 2008 hasta 2010 y fue referente de la agrupación Carta Abierta para temas de salud.
Por tal motivo, supo manejar la poca visibilidad a sus manejos. El titular de la cartera sanitaria bonaerense tiene dos propiedades en San Antonio de Padua, partido de Merlo y a pesar de estar inscripto en la AFIP, está dado de baja por no presentar las declaraciones juradas correspondientes, como así tampoco las facturaciones.
Si bien es uno de los ministros predilectos de Axel Kicillof y cuenta con el visto bueno de Cristina, por los pasillos se sabe que en realidad Gollán solamente se encarga de las cuestiones técnicas relacionadas a las temáticas que tienen estricta vinculación con la salud, mientras que las cuestiones políticas recaen en la responsabilidad de su viceministro, Nicolás Kreplak.