Tras haberse cumplido un año del decreto del aislamiento en todo el país, el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, hizo una evaluación de lo hecho por el municipio en la gestión de la pandemia. “Teníamos la obligación de prepararnos para lo peor”, sostuvo.
En declaraciones a El Popular, el jefe comunal se tomó un tiempo para reflexionar sobre las medidas que se tomaron y manifestó: “A pesar de la tragedia que fue, de la pérdida de tantas vidas, en realidad el balance creo que es positivo”.
Entre sus argumentos, Galli destacó que pudieron “encontrar de alguna manera ese equilibrio que buscamos siempre entre lo económico y lo sanitario”. En la misma línea, dijo que la meta que se plantearon fue “el no colapso del sistema de salud”:
Por otra parte, el mandatario hizo alusión a las críticas por la compra de 300 bolsas mortuorias en medio de la pandemia. “Nosotros teníamos la obligación de prepararnos para que pase lo peor. Después si lo peor no pasa, bienvenido sea y todos vamos a estar celebrándolo. Es una cuestión de previsibilidad”, cerró.