Panorama Político: Tras los anuncios de restricciones, se renovó la grieta de la General Paz 

Desde hacía varias semanas corría el rumor de la posibilidad de tomar medidas más restrictivas para intentar ponerle un freno a la escalada de casos de coronavirus, incluso, funcionarios de Nación, Provincia y Ciudad mantuvieron reuniones para analizar decisiones en conjunto, pero no fue suficiente para que reaparezca la grieta de la General Paz.

Luego de los anuncios del presidente Alberto Fernández sobre la suspensión de clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), se reflotó el viejo conflicto entre el gobernador Axel Kicillof y el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Este último, se subió al escenario electoral y salió con los tapones de punta a mostrar su disconformidad. 

Está más que claro que desde el inicio de la pandemia, la forma de encarar la lucha contra el Covid-19 entre Larreta y Kicillof es totalmente opuesta. Mientras el bonaerense apuesta a la reducción de la circulación poniendo un tope de horario y cerrando actividades, la postura del capitalino es más aperturista, aún sin tener en cuenta los estremecedores datos epidemiológicos. 

En ese ring, donde la disputa es cada vez más compulsiva, el Jefe de Gobierno tomó como trofeo a los niños y los metió de lleno en una contienda electoral ajena a todos ellos, con el objetivo de, no solamente apuntalar su imagen hacia el afuera de Juntos por el Cambio, sino para levantar el perfil puertas hacia adentro y ganarle la pulseada por la interna de la conducción a Patricia Bullrich.

Del otro lado, Kicillof goza de la comodidad de, al menos por el momento, no tener que combatir por ninguna conducción personal en el Frente de Todos. Pero, de todos modos, se encuentra en la incomodidad de tener que ser protagonista de una batalla ajena en el medio de la peor pandemia de la humanidad en los últimos 100 años. 

El sistema de salud en la región del AMBA no se puede separar de un lado y del otro de la avenida General Paz, sino que, por el contrario, hay que tomarlos como un solo bloque. En este contexto, las camas de terapia intensiva están llegando a su límite y, en el caso de algunas clínicas privadas ya no hay cupo para recibir enfermos graves de coronavirus. 

En estos datos se basó el mandatario provincial para aceptar las medidas impulsadas por Alberto Fernández que, en caso de que no generen un descenso considerable en la cantidad de casos diarios, es probable que se profundicen. En la realidad actual, nadie se anima a descartar un cierre total y todo dependerá de la respuesta del sistema sanitario y la disponibilidad de plazas de internación. 

La política, pero sobre todo la electoral, metió la cola en medio de la lucha contra el Covid. Son pocos los dirigentes que están dispuestos a pagar el costo de sus propios errores, pero son muchos los que están preparados a sacar tajada a costa de los desaciertos ajenos. Mientras tanto, el virus avanza cada vez con más velocidad y, tal como advirtió Kicillof, la ola se convirtió en un tsunami. 

Para las Legislativas de este año todavía falta mucho en tiempos normales, pero en tiempos electorales, la brecha que nos separa de esa fecha es muy corta. En este marco, la oposición está dispuesta a jugar con todas las armas, limpias y sucias, para rebatir lo sucedido en el 2019. Así, los dirigentes de un lado y del otro de la grieta batallan por el poder mientras el ciudadano de a pie sigue sufriendo las penosas consecuencias de la pandemia.

(*) Informe semanal de DixitP.

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