Este domingo se cumplen los nueve días de aislamiento impuestos por el Gobierno nacional y, a partir del lunes, se levantarán las restricciones anunciadas anteriormente. En ese marco, en la provincia permanecerá el sistema de fases vigente hasta ahora y la mayor cantidad de distritos que tienen riesgo epidemiológico continuarán con las medidas de cuidado.
Tal como expresó el propio ministro de Salud, Daniel Gollán, los altos números de casos diarios le preocupan al Gobierno y le asustan. De todos modos, el titular de la cartera sanitaria bonaerense expresó que, para ver los resultados del confinamiento y el presunto descenso en los contagios, habrá que esperar al menos cuatro o cinco días.
Los infectados en el Área Metropolitana jamás mermaron y, por el contrario, van en aumento. El control se hace cada vez más complicado y la situación económica apremia, alejando la posibilidad de un cierre estricto por dos semanas, algo que viene planteando el gobernador Axel Kicillof desde hace más de un mes, pero todavía no se pudo implementar.
Ante el fin del aislamiento implementado por Alberto Fernández, se renovará la discusión entre el propio Kicillof y su par del otro lado de la General Paz, Horacio Rodríguez Larreta. La discusión volverá a ser por las clases presenciales que, según informaron desde el gobierno porteño, las escuelas y las aulas serán reabiertas.
En relación a la posibilidad de nuevos cierres en un futuro cercano, el jefe de Gabinete provincial, Carlos Bianco, sostuvo que ″venimos trabajando con una regla simple: cuando hay aumento de casos, tenemos que reducir la circulación″ y al mismo tiempo explicó que “en un momento pudimos permitir la circulación más relajada pero no es el momento”.
Para no tener que insistir con una cuarentena estricta, el gobierno de la provincia avanza buscando alternativas para frenar los casos. En un contexto totalmente desfavorable, Kicillof se movió rápido y logró un acuerdo con el ministro de Transporte, el massista Alexis Guerrera, y presentó el Tren Sanitario que recorrerá la provincia para vacunar e hisopar a los bonaerenses.
Según se explicó, la formación circulará durante los próximos dos meses y permanecerá entre tres y cuatro días en cada destino, donde se propone la realización de hisopados, aplicación de vacunas contra la gripe y la neumonía, controles y cuidados, recorriendo 14 estaciones con el objetivo de acercar el sistema de salud a varias localidades.
En su presentación, el gobernador volvió a arremeter contra la oposición y sus dirigentes por querer “desprestigiar, generar desconfianza y desánimo a un pueblo que está peleándola como todo el planeta” y lamentó que “siembren desconfianza” sobre las vacunas que el Gobierno nacional trae al país, o diciendo que “no hay vacunas, mientras llegan millones”.
En sintonía con el objetivo que se fijaron desde la Provincia, insistieron con la posibilidad de vacunar a toda la población de riesgo para el mes de junio, con el arribo de las nuevas dosis que están ingresando al país. Luego se espera comenzar a inmunizar a las personas entre 18 y 50 sin antecedentes, pero recién para septiembre, tal como lo explicó Gollán anteriormente.
Está claro que el designio de Kicillof y su gabinete es fortalecer el plan de vacunación para luego exhibir el éxito como un triunfo de cara a las próximas elecciones y así poder mostrarlo como un logro de la gestión. Por lo pronto, el juego político quedará supeditado a la pandemia y, al menos para el oficialismo, las calles deberán ser reemplazadas por las computadoras y los celulares para comenzar a militar.
(*) Resumen semanal de DixitP.