El expresidente de la Nación, Mauricio Macri, se jactó de disfrutar de un estricto tiempo de ocio y descanso mientras tenía la máxima responsabilidad que un argentino pueda tener. “Yo a las 7 u 8 de la noche me olvidaba, cerraba todo, ponía Netflix y hasta el otro día a las 7 de la mañana trataba de reconstituirme desde los afectos y la familia”, expresó el líder PRO en diálogo con la nieta de Mirtha Legrand, quien evitó cualquier repregunta al respecto.
No obstante, dijo que ser presidente “fue el honor más grande” que tuvo en la vida, aunque admitió ser más feliz siendo el mandamás de Boca Juniors.
En la faz política, aseveró que “el cambio es posible, está empezando en la Argentina. Soy muy pesimista en el corto plazo, pero muy optimista en el largo plazo. Este aprendizaje nos permite cuando volvamos al poder hacer las cosas mucho mejor”. Además, opinó que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner es “quien gobierna”, dado que el presidente Alberto Fernández “nunca tuvo la autoridad”.
“Se contradice en el mismo día. Hablar todos los días sin rigor científico y sin apego a la verdad ha destruido el valor de la palabra presidencial”, fustigó el empresario, para luego reflexionar: “muchos creyeron en la música del populismo, pero la verdad es duro y hay mucha preocupación por lo que estamos viendo”.
Consultado con entusiasmo por la animadora del ciclo televisivo sobre la posibilidad volver a ser Presidente, respondió: “Hoy ni lo pienso. Mi preocupación es ayudar a los líderes que tenemos (en Juntos por el Cambio) para que se desarrollen”.
A la hora de la autocrítica por su muy mala gestión en la Casa Rosada, se limitó a indicar: “generé una expectativa en lo económico y no estuve a la altura”.
“El Estado estaba totalmente quebrado y negué eso en la campaña por exceso de confianza que con el ímpetu del cambio y las ganas de salir a adelante lo íbamos a poder hacer”, añadió.
En el plano económico, precisó que “en agosto del 2019 teníamos un Estado equilibrado”, y aseguró que la deuda con el Fondo Monetario Internacional (récord histórico) la utilizaron para “pagar las deudas que ya teníamos en el país”, aunque evitó entrar en mayores detalles.
“El padre de la deuda es el déficit. La deuda en Argentina no es grande, hay países que están mucho más endeudados que Argentina”, argumentó y volvió a culpar a la ciudadanía que lo castigó en las urnas: “explotó la tormenta, porque el mundo se asustó por los que venían, no eran confiables”.