Pasadas las 20 horas, cuando todavía no había certeza acerca de los resultados, en el búnker del Frente de Todos había un clima de algarabía por el presunto triunfo de Victoria Tolosa Paz. Pero poco más de una hora después, los rostros se fueron desdibujando y todo hacía prever que en realidad se trataba de una dura derrota para el oficialismo.
Cuando el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro apareció ante los micrófonos informando la carga de los resultados, escasos minutos después los primeros números se tradujeron en una caída estrepitosa para la ex concejal platense y ex titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, que transformó la alegría en desazón.
En el 2019, con Axel Kicillof como candidato a gobernador, el FDT había ganado por una diferencia de alrededor de 18 puntos. Pero, no solamente que esa brecha se achicó, sino que además se revirtió y Juntos terminó celebrando, con casi 5 por ciento más de lo que pudo cosechar Tolosa Paz, que hasta perdió en La Plata, su pago chico, recibiendo un duro golpe para sus aspiraciones personales en 2023.
La provincia se tiñó de amarillo y la propia candidata oficialista definió a los comicios como una “cachetada”. El cimbronazo afectó en casi toda la Argentina, perdiendo incluso en provincias donde el peronismo gobierna hace unos cuantos años, pero, sin dudas, el garrotazo que más se sintió fue en territorio bonaerense, donde se esperaba una victoria ajustada, pero victoria al fin.
El resultado sorprendió a propios y a extraños y ni siquiera desde Juntos esperaban este triunfo. Nuevamente, como en las últimas elecciones, las encuestas vaticinaban un escenario que finalmente no se plasmó en el escrutinio final, sino que hasta incluso fue inverso a lo que habían pronosticado anteriormente la mayoría de las consultoras.
“Está claro que el descontento se expresa. Cuando una sociedad está descontenta es que la política de quienes gobernamos, porque esa es la herramienta que tenemos hoy, no pudo transformar su vida”, fue lo que expresó la mujer que encabezó la lista en la provincia, tratando de encontrar las explicaciones de su estrepitosa derrota.
En este mismo sentido, en declaraciones radiales y casi sin hacerse cargo de lo que a ella le corresponde por la campaña realizada durante los últimos meses, Tolosa Paz manifestó que “me parece que hay un presidente (Alberto Fernández) y gobernadores que van a tener que tomar el toro por las astas y empezar a trabajar sobre la resolución de los problemas”.
A pesar de haber sido la candidata más votada, no pudo celebrar, teniendo en cuenta que, en la sumatoria de la interna opositora, dejan al Frente de Todos en un segundo puesto que ni el más pesimista esperaba. Pero la preocupación es mayor de cara a las generales de noviembre ante la posibilidad de que esa brecha se agrande.
Distinto es el panorama para Diego Santilli que, a pesar de ser un dirigente poco conocido en la provincia de Buenos Aires, abandonó CABA, cruzó la General Paz y se impuso con comodidad ante Facundo Manes, representante del radicalismo. En este caso sí se dio lo esperado y el ex vicejefe de Gobierno porteño allanó su camino para los próximos meses.
Santilli obtuvo el 60,18% contra el 39,81% de Manes y, luego de conocerse el resultado, ambos posaron para la foto y prometieron trabajar en unidad. En el acumulado de lo que ambos cosecharon, se avizora un triunfo de Juntos en las elecciones generales y, si se repite el mismo escenario en el resto de las provincias, el gobierno se verá fuertemente debilitado pensando en el 2023.
Al respecto, el colorado manifestó que “la oposición tiene que estar unida, ser constructiva, terminar con las chicanas y enfrentar los problemas de la sociedad”, mientras que pensando en lo que viene dentro del armado entre el PRO y la Unión Cívica Radical, enfatizó que “ahora empieza otra etapa y hay que seguir de la misma manera”.
Como viene sucediendo en los últimos comicios, la polarización entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos volvió a estar en el centro de la escena, no dejando demasiados espacios para el resto de los partidos políticos, entre los cuales hubo muchos que no pasaron el piso del 1,5% que exige las PASO y se quedaron afuera, entre ellos Guillermo Moreno, la mediática Cinthia Fernández o la referente del Nuevo MAS, Mañuela Castañeira.
Así, con la provincia pintada de color amarillo y algunos pocos territorios celestes, como tercera fuerza se ubicó el Frente de Izquierda y los Trabajadores que volvió a realizar una buena elección, al obtener un 5,19 por ciento de los votos; y en este caso la interna que disputaba esta alianza fue favorable a Nicolás del Caño, que se impuso con 324.778 por sobre los 79.914 votos de Alejandro Bodart.
En el cuarto peldaño aparece la dupla compuesta entre José Luis Espert y Carolina Píparo con Avanza Libertad, que obtuvo el 4,87% de los sufragios y, en el quinto lugar, figura Vamos con Vos, con Florencio Randazzo que tuvo una performance peor a la que había tenido en el 2017 y con su intento de romper la grieta apenas alcanzó el 3,71%.
(*) Resumen político de DixitP.