Crisis entre el PRO y la UCR lanusense

La agenda política está marcada por la interna, tanto en el oficialismo como en la oposición. En ese escenario de divisiones, el arribo del diputado nacional y precandidato a presidente de la Nación por el radicalismo, Facundo Manes, a Lanús encendió el chispero.

Su presencia, sin dudas, generó impulso para presiona al intendente Néstor Grindetti. Según trascendió, los ediles del radicalismo buscarán que el reparto de cargos sea más equitativo alcanzo un 50%/50%, tal como hizo el alcalde de Mar del Plata, Guillermo Montenegro.

Por lo que se sabe, Grindetti habría ofrecido una relación en el reparto de cargos de 80% para el PRO y 20% para la UCR por lo que habrían acrecentado las tensiones entre ambos espacios dentro de la coalición a nivel local. Situación que trajo aparejada entre otras consecuencias, enojos en el Concejo y el desnudo de la vulnerabilidad política del oficialismo para poder gestionar sin ayuda de sus aliados.

El foco de tensión está dado por la labor con que el intendente Grindetti (hoy precandidato a gobernador/senador por Juntos) maneja los hilos del poder en Lanús, ya que según aseveran algunas fuentes de la UCR ya no se trataría de una coalición de gobierno, sino que se habría cortado solo.

Cabe mencionar que los desencuentros entre ambos espacios habrían comenzado cuando el radicalismo decidió quebrar el bloque de concejales y dejar al bloque PRO con 10 ediles, quedándose con sus tres concejales Emiliano Bursese, Lucía Stanco y Valeria Larraz en un bloque aparte.

Ese quiebre habría colocado a Grindetti a tiro de la oposición en el Concejo, dependiendo del apoyo de los radicales, pero ya no de manera incondicional, sino en el marco de previas negociaciones, dado que, en una eventual disputa por un tema caliente, estos podrían poner al Ejecutivo local al borde del fracaso, si deciden acompañar a los 11 concejales del Frente de Todos en una posición contraria a la del gobierno municipal.

Es por ello que la tensión ha ido en aumento, a tal punto que hace unos días, para la votación de una bonificación especial para personal municipal de la categoría 13, las diferencias volvieron a florecer en la coalición al quedar expuesta la fractura ante la negativa radical de acompañar a Grindetti en este tema.

El presidente del Concejo, Jorge Schiavone, no pudo consensuar dentro de Juntos, y a modo de venganza, el PRO habilitó el tratamiento sobre tablas de un proyecto de fondos para el pago al FMI que el Frente de Todos hizo aprobar con el acompañamiento del macrismo.  Sucedió entonces que los radicales no sabían de ese acuerdo y abandonaron el recinto.

En sí, la UCR no reclama la secretaria de gobierno, de seguridad, de obras públicas o de hacienda, sino otros espacios quizás menos destacados desde lo político, como por ejemplo las secretarías de medio ambiente, de derechos humanos o la secretaría de género y diversidad, que según la UCR lanusense le pueden servir al partido para trazar plataformas afines al nuevo perfil que está buscando.

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