El senador provincial por Juntos por el Cambio, Andrés De Leo, realizó un análisis sobre la percepción que en Argentina existe una presión impositiva demasiado alta.
“Son varias las razones que explican esta percepción. Probablemente la principal sea que en los últimos 30 años Argentina es el país donde más crecieron los impuestos en el mundo. A fines de la década del 80 nuestro país contaba con una deficiente estructura administrativa recaudatoria en lo nacional, provincial y municipal, permeable a la evasión impositiva”, sostuvo.
“En 1990 la presión impositiva era de 13,3 % sobre el P.B.I. mientras que en los países nórdicos promediaba el 41,5%. El Reino Unido era del 32,9%, Brasil el 27,8% y España el 31,5%. La Argentina pasó de 13,3 % en 1990 al 18,7 % en 2001, 31,15 % en 2015, 28,2 % en 2019 y 29,4 % en 2020, último dato”, añadió.
“También debe tenerse en cuenta otro elemento fundamental. Para observarlo hay que distinguir: por un lado, la Presión Impositiva Efectiva, que es la que se paga efectivamente,y por otro, la Presión Impositiva Legal, que es la que establecen las leyes. Allí deben tenerse en cuenta los niveles de evasión”, subrayó.
“La evidente mejoría en las últimas décadas del sistema recaudatorio ha reducido la brecha entre ambos parámetros pero aún se mantiene muy elevada, comparada con los países desarrollados. La presión tributaria legal en Argentina es muy elevada e incumplible para millones de contribuyentes, especialmente para Pymes y contribuyentes independientes”, indicó.