En un acontecimiento sin precedentes en los veinte años de historia del partido, Mauricio Macri se dispone a asumir hoy la presidencia del PRO por primera vez. Hasta este momento, esta posición había permanecido en las sombras, eclipsada por el liderazgo del exjefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y expresidente de la Nación. Sin embargo, la relevancia de la situación interna ha crecido notablemente, con todas las figuras políticas del espacio manifestando interés en ocupar roles importantes dentro del comité amarillo.
Las elecciones internas del partido están en curso, con el plazo legal para presentar candidaturas establecido por la Justicia electoral hasta la medianoche de hoy. Se deben renovar cargos como la presidencia, dos vicepresidencias, la titularidad de la Asamblea, la secretaría general (elegida por el Consejo), 25 consejeros y vocales. Patricia Bullrich, actual presidenta, está resistiendo y luchando por mantener su poder interno, mientras que Horacio Rodríguez Larreta decidió apartarse de la cuestión partidaria y no participará en las elecciones. Por otro lado, María Eugenia Vidal, otra figura destacada del PRO, está alineada con Macri en esta ocasión, aunque busca preservar su autonomía.
La elección de las autoridades del PRO cobró una importancia tal que incluso referentes parlamentarios como Cristian Ritondo o Diego Santilli están interesados en participar. Además, los tres gobernadores del partido, Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Jorge Macri (CABA) y Nacho Torres (Chubut), junto con intendentes influyentes como Soledad Martínez (Vicente López), Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Ramón Lanús (San Isidro) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero), también están involucrados en el proceso.
En un intento por ultimar detalles del armado de la lista, se llevaron a cabo reuniones y llamadas durante todo el día de ayer. Los protagonistas de estas comunicaciones fueron Pablo Walter y Juan Pablo Arenaza, armadores políticos de Bullrich, quienes dialogaron con Fernando De Andreis y Humberto Schiavoni, representantes de Macri. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, no se llegó a un acuerdo hasta esta mañana, ya que Bullrich se mostró renuente, considerando que el macrismo no le garantizaba los lugares que buscaba.
Es un hecho que Macri ocupará la presidencia, pero la distribución de los demás cargos aún está en discusión. Se ha alcanzado cierto consenso en cuanto a que Soledad Martínez podría ocupar la vicepresidencia primera, pero otros espacios están aún por definirse. En particular, existe un fuerte debate sobre quién ocupará la vicepresidencia segunda, ya que Bullrich quiere a un cercano colaborador suyo, mientras que Macri tiene otras preferencias.
Esta discrepancia también afecta la elección del secretario general del partido. En el macrismo, están impulsando a Facundo Pérez Carletti, concejal de Santiago del Estero, con el respaldo de los presidentes del partido en el interior, mientras que en el bullrichismo aún no se ha cerrado la decisión. Similar discusión se presenta para otros cargos, que deben cumplir con la cuota de género y se distribuyen escalonadamente.
Más allá de las disputas internas, en el PRO hay un consenso para mantener una relación como socios políticos de Javier Milei. Si bien no habrá representación en el Gabinete, se espera una coalición parlamentaria. Esta cooperación ya se está dando en la práctica, con la inclusión de legisladoras como Vidal y Silvia Lospennato, a pesar de algunas diferencias ideológicas con el programa libertario.
A pesar de ciertos desacuerdos internos, la relación entre el PRO y el Gobierno está cada vez más consolidada. Macri expresó discrepancias con la implementación de algunas políticas públicas e instó a Milei a mejorar en la gestión.