Así lo consideró el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. Fue en el marco de la conmemoración de un aniversario de la Revolución del 25 de Mayo. “Es un punto de partida para una Argentina distinta”, agregó y resaltó que el mensaje del arzobispo Jorge García Cuerva en el Tedeum “fue un llamado de atención”.
Luego de la ceremonia que tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires, el dirigente del PRO señaló que “el mensaje del arzobispo fue muy claro”. “Tenemos que hacer un gran esfuerzo para que esa resistencia que está haciendo la gente valga la pena y tratar de llegar lo más posible cuando hay dolor”, expresó Macri en declaraciones a los medios cuando concluyó el acto en el templo porteño.
“Fue un llamado de atención, como siempre. Éste es un país que duele”, enfatizó, con relación a las palabras de García Cuerva.
De todos modos, Jorge Macri expresó su deseo para que este acto sea “un punto de partida para una Argentina distinta en la que todos los que están haciendo un gran esfuerzo tengan más bienestar”.
“Nuestro deber es darle respuesta a ese esfuerzo que la gente pide. Estamos trabajando con mucho compromiso. La Ciudad de Buenos Aires no es una isla, pero sin duda estamos logrando que el dolor sea menor, que el esfuerzo se sienta un poquito menos y que valga la pena”, continuó Macri.
Por último, afirmó que “hay un norte” y señaló que “la Argentina tiene que ser un lugar mejor y la Ciudad un faro para esa Argentina”. En esta línea, el Jefe de Gobierno porteño ratificó que está dispuesto a sumar su aporte “para que todos trabajemos juntos en función de ese objetivo”.