“Passalacqua tiene el legítimo derecho de buscar la reelección, pero dentro del frente hay sectores que ya piensan en su sucesión y eso se nota en la gestión”, señalan algunas voces dentro del Frente Renovador de la Concordia (FRC). Indican que el rovirismo está contemplando un cambio estratégico para mantenerse en el poder provincial a partir de 2027, en un escenario alterado por la irrupción del presidente Javier Milei.
Aunque apenas comienza su segunda gestión no consecutiva, el reciente levantamiento policial que mantuvo a la provincia en vilo durante casi dos semanas ha acelerado las discusiones internas. Se percibe un “hartazgo” entre algunos sectores de la sociedad misionera tras dos décadas de gobierno renovador, mientras otros sugieren que lo ocurrido es sintomático del desgaste de un modelo de gestión.
Por consiguiente, el FRC ha estado explorando una transformación desde hace algún tiempo. Parte central de esta estrategia se refleja en la elección del compañero de fórmula de Passalacqua, quien se convirtió en el vicegobernador más joven del país tras las elecciones del año pasado.
Lucas Romero Spinelli, de 34 años desde el 3 de diciembre, juró como vicegobernador siete días después, coronando una rápida carrera política que inició mientras estudiaba Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Misiones. Involucrado desde la política universitaria, saltó luego a la política posadeña, siendo candidato a concejal en las elecciones intermedias de 2017 antes de ser convocado por Passalacqua como director de Industria de la provincia.
Sin embargo, la reciente crisis con los estatales y la policía le supuso un revés público. Su presencia fue objeto de protestas por parte de manifestantes que lo identificaron en un canal local, expresando así su descontento. Esta situación pone en cuestión su rol como figura de renovación dentro del modelo político misionero, sumándose a los escraches sufridos por Passalacqua y Rovira en sus propios hogares.
Este estallido ha generado preocupación en un contexto donde el modelo político está siendo cuestionado y etiquetado como parte de “la vieja política”, contra la cual el presidente Milei busca polarizar. A nivel nacional, el enfoque está en los efectos de los recortes en el financiamiento a las provincias, mientras que en el ámbito provincial, la oposición apunta directamente al rovirismo.
Con la crisis superada, la oposición espera evaluar el impacto que este episodio podría tener en la hegemonía del FRC. No obstante, muchos observadores señalan las recientes elecciones nacionales como un punto de inflexión en este poder. A pesar del apoyo explícito del rovirismo a Sergio Massa, Milei fue el candidato más votado en Misiones en las PASO, las generales y el balotaje, alcanzando casi el 57% de los votos en el mano a mano electoral.