El ministro de Hacienda de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, expuso en Gobernación los devastadores efectos de las políticas económicas implementadas por el presidente Javier Milei sobre el territorio bonaerense.
Según el informe titulado “Las consecuencias de las políticas económicas de Milei sobre las finanzas de la provincia de Buenos Aires”, en el primer semestre del año la provincia ha perdido $6,3 billones debido a la caída de la recaudación, la eliminación de transferencias obligatorias y la paralización de la obra pública. Además, se ha registrado un incremento de 155 mil desempleados.
“La Provincia de Buenos Aires hoy es un escudo de protección ante las políticas del Gobierno nacional que lleva adelante un ajuste sin precedentes”, afirmó López en la conferencia de prensa. “Estamos viviendo una de las crisis económicas más severas y los bonaerenses están sufriendo.”
El ministro detalló que la reducción del gasto previsional, los subsidios energéticos y al transporte, y el ajuste en las transferencias a las provincias han generado una caída significativa en jubilaciones y salarios, afectando gravemente la demanda y, por ende, la industria y la construcción. Las políticas del Gobierno nacional han causado una pérdida acumulada de $1,9 billones en tan solo seis meses, con un impacto total que supera los $6,3 billones debido a las 899 obras paralizadas en el territorio bonaerense.
El informe también destaca el aumento de la tasa de desocupación, que en la provincia de Buenos Aires creció 2,2 puntos intertrimestrales en comparación con los 2 puntos a nivel nacional, resultando en 155 mil nuevos desempleados, lo que representa el 60% de los recientes desempleados del país. La actividad productiva en la provincia se retrajo un 3,4% hasta mayo, superando la caída del 2,9% de la economía nacional.
En términos de recaudación, López señaló una disminución del 10% en los recursos tributarios en términos reales durante los primeros seis meses de 2024, con una caída del 5% en la recaudación propia y un 14% en la coparticipación nacional. Aunque los impuestos no coparticipados, como el Impuesto PAÍS y las retenciones, han crecido, esto no ha compensado la falta de recursos para funciones esenciales como la obra pública.
El informe concluye que el impacto recesivo en los recursos de origen nacional tiene pocos precedentes, superado solo por la recesión de la pandemia y la crisis de convertibilidad en 2002. Además, los incumplimientos del gobierno nacional en transferencias obligatorias a programas y áreas sensibles han resultado en una pérdida adicional de $675.893 millones para la provincia.
A pesar del contexto adverso, López subrayó que la provincia ha mantenido la continuidad de la obra pública y ha reforzado los presupuestos para subsidios tarifarios y programas sociales, cumpliendo con sus obligaciones financieras y logrando resultados fiscales sostenibles. Sin embargo, la magnitud del desafío económico impuesto por las políticas nacionales sigue siendo un obstáculo significativo para el desarrollo y bienestar de Buenos Aires.