El Gobierno publicó este viernes la reglamentación del Régimen de Incentivo de las Grandes Inversiones (RIGI) en el Boletín Oficial. A través del decreto 749/2024
A través de esta normativa, se establecen beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios para fomentar grandes proyectos de inversión en sectores estratégicos.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es un esquema que tiene como objetivo principal atraer inversiones de gran envergadura a sectores estratégicos de la economía argentina. Se trata de proyectos de inversión cuya magnitud excede los 200 millones de dólares, lo que significa que el capital involucrado es considerablemente alto. La idea es generar incentivos que mejoren el clima de negocios y atraigan tanto a inversores nacionales como extranjeros, aunque los proyectos más grandes probablemente provendrán del exterior, dado el tamaño de las inversiones requeridas.
El RIGI no está abierto a cualquier tipo de inversión. Solo ciertos sectores estratégicos de la economía argentina pueden acceder a los beneficios del régimen, lo que refleja una política orientada a fortalecer áreas que tienen un impacto significativo en el desarrollo productivo y económico del país. Los sectores que podrán acogerse a este régimen son: forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía y el rubro de petróleo y gas.
Uno de los puntos más importantes del RIGI es el requisito de un monto mínimo de inversión, que varía según el sector. Para la mayoría de los sectores, como la forestoindustria, turismo o siderurgia, la inversión mínima requerida es de 200 millones de dólares. Sin embargo, en sectores más complejos o con mayores riesgos, como el petróleo y gas, los requisitos son más altos. Por ejemplo, las inversiones destinadas al transporte y almacenamiento en este sector deben superar los 300 millones de dólares, mientras que los proyectos de exploración y explotación requieren una inversión mínima de 600 millones de dólares.