En un nuevo capítulo de su enfrentamiento con el gobierno de Javier Milei, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a las redes sociales este sábado para lanzar duras críticas al oficialismo, en un contexto marcado por el debate sobre el proyecto de Ficha Limpia en el Senado. Sin mencionar directamente al presidente, Kirchner apuntó contra la caída del poder adquisitivo, la dificultad para ahorrar y lo que calificó como una “proscripción” política en su contra, reavivando la polarización que caracteriza la política argentina.
Un mensaje cargado de simbolismo
En un extenso posteo publicado en su cuenta de X, Kirchner abordó la situación económica del país, asegurando que “a la inmensa mayoría de los argentinos no le alcanza la guita para nada y la vida cotidiana se hace muy pesada y cada vez más difícil”. La expresidenta destacó que los períodos de mayor bienestar para los trabajadores, según su análisis, coincidieron con las gestiones peronistas entre 2003 y 2015, incluyendo los gobiernos de Néstor Kirchner y los suyos propios. “El período más virtuoso para los salarios fue entre 2003 y 2015”, afirmó, acompañando su mensaje con un gráfico que busca respaldar su argumento.
Kirchner no solo centró su crítica en la economía. En el tramo final de su publicación, se refirió al proyecto de Ficha Limpia, una iniciativa que busca impedir que personas con condenas por corrupción en primera o segunda instancia puedan postularse a cargos electivos. La expresidenta, que enfrenta varias causas judiciales, calificó esta propuesta como un intento de “proscripción” política en su contra, un término que evoca los períodos más oscuros de la historia argentina. “Todo hace juego con todo”, sentenció, sugiriendo una estrategia coordinada para marginarla del escenario político.
El contexto del debate por Ficha Limpia
El proyecto de Ficha Limpia, que ya cuenta con media sanción en la Cámara de Diputados, ha generado una fuerte controversia en el Senado, donde el oficialismo de La Libertad Avanza busca los votos necesarios para convertirlo en ley. La iniciativa, apoyada por sectores dialoguistas pero rechazada por el peronismo, se presenta como una herramienta para combatir la corrupción, aunque sus detractores, incluido el entorno de Kirchner, la ven como un instrumento dirigido específicamente contra la líder del Partido Justicialista.
La sesión para tratar el proyecto, inicialmente pautada para esta semana, fue suspendida debido a la falta de quórum, un revés para el gobierno de Milei que evidencia las dificultades para consolidar mayorías en el Congreso. En este escenario, las palabras de Kirchner no solo buscan defender su posición, sino también movilizar a su base electoral de cara a las elecciones legislativas de octubre, donde se rumorea que podría candidatearse por un cargo en la provincia de Buenos Aires.
La economía como eje de la crítica
El eje económico de las críticas de Kirchner no es casual. En un país donde la inflación, aunque desacelerada, sigue siendo un problema, y el poder adquisitivo de los salarios ha caído significativamente, la expresidenta apunta a un tema sensible para la opinión pública. Según datos recientes, la participación de los asalariados en el PBI ha disminuido en los últimos años, un indicador que Kirchner utiliza para contrastar la actual gestión con los años del kirchnerismo.
Además, Kirchner acusó al gobierno de Milei de repetir errores del pasado, vinculando la actual política económica con las “estafas financieras” de 2001 y 2018, y señalando a figuras como el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, como responsables de estas crisis. Este discurso busca no solo cuestionar la gestión libertaria, sino también posicionar al peronismo como una alternativa frente a lo que describe como un ajuste brutal.
Reacciones y repercusiones
El mensaje de Kirchner generó un fuerte eco en las redes sociales, con opiniones divididas. Mientras sus seguidores celebraron su intervención como una defensa de los derechos de los trabajadores, los detractores la acusaron de utilizar el discurso económico para desviar la atención de sus problemas judiciales. “Deberías estar presa hace años… y hablás de proscripción”, escribió un usuario en X, reflejando el tono de algunos comentarios críticos. Por otro lado, sectores afines al kirchnerismo destacaron su capacidad para mantener relevancia política: “Cristina vuelve al ruedo con críticas a Milei. ¿Qué opinás?”, preguntó una cuenta en X, invitando al debate.
Desde el oficialismo, las respuestas no se hicieron esperar. Aunque Milei no se refirió directamente al posteo, aliados como el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, han cruzado a Kirchner en el pasado, acusándola de ser responsable de los problemas estructurales del país. “Nos hiciste perder 20 años”, afirmó Menem días atrás, en un mensaje que resume la postura de La Libertad Avanza frente a la expresidenta.
Un escenario político en ebullición
El nuevo descargo de Kirchner se produce en un momento de alta tensión política. Por un lado, el gobierno de Milei enfrenta desafíos internos y externos, desde la dificultad para avanzar con su agenda legislativa hasta las críticas por su alineamiento con Estados Unidos y el nuevo acuerdo con el FMI, otro tema que Kirchner ha cuestionado duramente en las últimas semanas. Por otro lado, el peronismo, con Kirchner a la cabeza, busca reorganizarse tras las derrotas electorales de 2023, utilizando la economía y la narrativa de la proscripción como herramientas para recuperar terreno.
El debate por Ficha Limpia, lejos de ser un tema aislado, se ha convertido en un símbolo de la lucha por el poder en Argentina. Mientras el oficialismo insiste en presentarlo como una medida anticorrupción, el kirchnerismo lo interpreta como un ataque directo a su liderazgo. En este sentido, las palabras de Kirchner no solo son una crítica al presente, sino también un intento de proyectarse hacia el futuro, en un país donde la polarización sigue siendo la regla.
Intensidad de fuego electoral
Con las elecciones legislativas a pocos meses de distancia, el enfrentamiento entre Kirchner y Milei promete intensificarse. La expresidenta, que según encuestas mantiene una base sólida de apoyo pero también un alto nivel de rechazo, podría aprovechar este tipo de intervenciones para consolidar su liderazgo en el peronismo y, eventualmente, definir su estrategia electoral. Por su parte, el gobierno de Milei deberá sortear las dificultades legislativas y económicas para mantener su narrativa de cambio, en un contexto donde cada movimiento de Kirchner genera ondas expansivas en el tablero político.
Así, el nuevo crónica de Cristina Kirchner contra Javier Milei no es solo un ataque al gobierno, sino una jugada estratégica en un juego de poder que está lejos de terminar. Mientras el debate por Ficha Limpia sigue en el centro de la escena, Argentina se prepara para un año electoral donde las palabras, los símbolos y las acusaciones serán tan importantes como los votos.