El Gobierno nacional anunció una nueva serie de aumentos en las tarifas de luz y gas para lo que resta de 2024 y todo 2025. Esta medida busca reducir el gasto público en subsidios a través de la segmentación vigente y adelanta el fin de los subsidios energéticos para amplios sectores de la población.
El plan del Ejecutivo, encabezado por el presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, apunta a cubrir el 85% del costo mayorista del sistema eléctrico con lo que pagan los usuarios, dejando solo un 15% subsidiado. Sin embargo, el camino hacia este objetivo no será inmediato y estará acompañado de ajustes mensuales en las boletas de servicios públicos.
El esquema de segmentación de tarifas agrupa a los usuarios en tres niveles:
Nivel de ingresos altos (N1): Aquellos que declaren ingresos mensuales superiores a 3,5 canastas básicas, o que posean más de 3 vehículos o inmuebles. Este grupo será el más afectado, ya que dejará de recibir subsidios.
Nivel de ingresos medios (N2): Hogares con ingresos entre 1 y 3,5 canastas básicas. Seguirán recibiendo algunos subsidios, pero en menor proporción.
Nivel de ingresos bajos (N3): Hogares con ingresos menores a una canasta básica. Mantendrán una mayor parte de los subsidios, siempre que no posean inmuebles o vehículos que superen ciertos criterios.
Con estos aumentos, el Gobierno proyecta reducir los subsidios a 0,5 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) para 2025, con la intención de eliminar las subvenciones por completo hacia 2026.