La pandemia hizo que las elecciones de la Unión Cívica Radical en Provincia que estaban previstas para octubre pasado se pospusieran para este año, estirando un poco más los plazos para la campaña. Cuando todavía resta poco más de un mes, los candidatos que se dirimirán la conducción del partido centenario afinan la estrategia para llegar de la mejor manera.
Contrariamente a lo que, en principio, sucede en el Partido Justicialista, no habrá lista de unidad, sino que serán dos los candidatos en disputa. Por un lado, se presenta el histórico intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y por el otro, aparece la figura del diputado provincial y jefe del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara Baja, Maximiliano Abad.
Si bien no hay demasiados datos que puedan dar por sentado el triunfo de uno u otro, todo parece indicar que la interna será reñida, teniendo en cuenta los apoyos con los que cuentan cada uno. En el caso de Abad, quien apuntaló sus aspiraciones es el exvicegobernador y actual titular del partido a nivel provincial, Daniel Salvador y, además, cuenta con el aval del legislador nacional Mario Negri.
Mientras que Posse cuenta con el apoyo de algunos referentes y carga con el peso de la historia personal. Lo que podría inclinar la balanza a su favor son los 22 años que lleva al frente del municipio de San Isidro, a los que se le suman los otros 16 años que estuvo su padre, el histórico dirigente radical Melchor Posse, como jefe comunal del distrito.
Además, como puntales, se apoya en dirigentes jóvenes como Martín Lousteau y en otros históricos como Federico Storani y Juan Manuel Casella. En varias de sus recorridas, la línea del sanisidrense se encargó de remarcar como satisfactorio que haya elecciones, teniendo en cuenta que “después de 5 años de servilismo y de que el radicalismo sea entregado, volverá a ser protagonista en Juntos por el Cambio”.
Está claro que lo que suceda el próximo 21 de marzo cuando se lleven a cabo las elecciones partidarias será un punto de inflexión para el futuro de la UCR dentro de la coalición de la que forman parte junto al PRO. En este año, donde está enmarcados dentro de la oposición y con las Legislativas en el horizonte, quien conduzca el partido a nivel provincial tendrá el desafío de plantarse ante el resto de las fuerzas que componen la alianza electoral.
En este último tramo de la campaña, ambos candidatos se encuentran tratando de cerrar más acompañamientos para fortalecer su figura. Lo cierto es que la disputa no se agota solamente en la sede provincial del radicalismo, sino, sobre todo en lo que suceda después.
Como primera medida, Abad apunta a fortalecer su núcleo tendiendo redes con los intendentes boina blanca, mientras que Posse tiene como objetivo arrebatarle la conducción del bloque de diputados a su contrincante.
Todavía quedan algunas semanas y un puñado de actos para que los candidatos continúen afianzando su figura. A simple vista, y teniendo en cuenta los apoyos que fue cosechando a lo largo de estos meses, pareciera que Abad le saca una luz de ventaja a su rival, ya que logró acercarse a dirigentes con peso nacional, como los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales y de Corrientes, Gustavo Valdés.
Una de las críticas principales que enarboló Posse, es que, durante los últimos años, la UCR estuvo sumida a la conducción del PRO, y por ello reclama más protagonismo a la hora de tomar las decisiones en la coalición. Por su parte, Abad evitó referirse a la posición del partido centenario dentro de la alianza ya que representan al actual oficialismo y tiene a Salvador como su sostén, quien justamente estuvo bajo las órdenes de la exgobernadora María Eugenia Vidal.
Las cartas están sobre la mesa y cada uno hará sus últimas apuestas. Ambos saben que el próximo 21 de marzo se dirime mucho más que la conducción provincial del partido y, más allá de la interna, tanto Abad como Posse tienen la mira puesta en las elecciones legislativas de este año. Los dos quieren la lapicera, pero al final de cuentas, será uno solo el que ponga la firma.
(*) Resumen semanal de DixitP.