Apenas nos separa un mes para el cierre de listas de cara a las legislativas de este año y, en ese marco, los esfuerzos de los distintos espacios están destinados a negociar lugares dentro de las nóminas. Quienes más se muestran públicamente enfocados en esa premisa son los dirigentes de Juntos por el Cambio, que están atravesando una interna feroz.
Por otro lado, el oficialismo cuenta con la incómoda tranquilidad de estar en la gestión, por lo que la rosca política se produce más por lo bajo. En el Frente de Todos todavía tienen que subsanar algunas heridas de los que quedaron afuera en 2019, y para ello algunos partidos menores que lo conforman presionarán para tener zonas de protagonismo.
La estrategia parece tener un rostro específico y es el del gobernador Axel Kicillof, que cuenta con los 20 puntos de diferencia que le sacó de ventaja a María Eugenia Vidal y que obligó a la ex mandataria a saltar la General Paz y jugar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En este sentido, desde el Ejecutivo provincial enfocan la táctica en la propia gestión, sin asomar demasiado la cabeza y tratando de contrarrestar posibles discusiones puertas adentro. Por lo tanto, el eje está puesto en la campaña de vacunación, como principal logro para mostrar con las PASO de septiembre en el horizonte.
Teniendo en cuenta este punto, tras renovar las medidas de cuidado con respecto a la pandemia, Kicillof anunció que, a partir de este sábado 26 de junio, los mayores de 50 años podrán acercarse a las postas destinadas para tal fin y recibir su dosis contra el coronavirus sin esperar el turno, al igual que todas las embarazadas, sin límite de edad.
Por ahora, los dirigentes que podrían encabezar la lista del Frente de Todos en la provincia siguen siendo un misterio, a pesar de algunos nombres que se filtraron, más por aspiraciones personales que por propia fuerza. Uno de ellos es el de Victoria Tolosa Paz, aunque no contaría con el visto bueno del resto de los espacios, mientras que otros arrojaron sobre la mesa la posibilidad de que sea Santiago Cafiero, para dejar libre la jefatura de Gabinete.
Desde la vereda de enfrente, en Juntos por el Cambio, la situación asoma mucho más compleja debido a que solamente tienen conducción en CABA y algunas intendencias bonaerenses. La oposición tiene la mira puesta en el 2023 y, para ello, sabe que los comicios de este año serán fundamentales para acumular poder.
Los anhelos presidenciales de Horacio Rodríguez Larreta lo empujan a meterse de lleno en la provincia y proponer a su ladero Diego Santilli como candidato, haciendo un enroque para que Vidal se presente en CABA. La estrategia tenía el rechazo del ala más dura del PRO, sobre en todo en la posibilidad de que la ex gobernadora juegue en la Capital Federal. Pero, más allá de eso, la fuerza que había tomado el intendente de Vicente López, Jorge Macri, para ser él mismo quien encabece la nómina de diputados nacionales parece haber perdido potencial, teniendo en cuenta que los jefes comunales que integran el Grupo Dorrego, posaron la última semana en una foto con Larreta y el propio Santilli en una clara señal de apoyo.
Con la certeza de que Vidal salta hacia la Ciudad, el camino quedaría despejado para que el vicejefe de Gobierno porteño gane la pulseada final sobre Macri, imponga su voluntad y se quede con el primer lugar de la nómina. Mientras tanto, el alcalde continúa empujando, aunque su ímpetu poco a poco se va desvaneciendo y la única salida posible podría ser que la lapicera lo habilite para disputar una interna.
Menos de un mes falta para el cierre de listas y menos de tres para las PASO. En este contexto, la elección se presume nuevamente polarizada y los dos frentes con más peso eligieron estrategias diferentes: el oficialismo apuesta por la campaña de vacunación, mientras desde la oposición tienden a la campaña electoral desgastando al Gobierno.
(*) Informe semanal de DixitP.