El distrito que lidera Julio Zamora es uno de los peores en cuanto a la performance en el manejo de la vacunación. Fue pionero en el escándalo de vacunación vip cuando el propio intendente oficialista se jactó de recibir la vacuna antes que cualquier grupo de riesgo, allá por enero cuando la falta de vacunas y la incertidumbre en cuanto a llegada de las mismas era la mayor preocupación.
Otro que se aprovechó de la situación fue Daniel Gambino, vicepresidente del Concejo Deliberante de Tigre, que declaró ser personal de salud para ser beneficiado con la inmunización contra el coronavirus.
Hoy, a casi seis meses de esos hechos aberrantes, Tigre se destaca por estar en los primeros puestos de los peores números de la pandemia, siendo uno de los municipios que menos vacunaron, tanto con la primera como la segunda.
La consecuencia de la pésima gestión se ve reflejada en la cantidad de contagios y la tasa de mortalidad que no logran bajar. Actualmente, Tigre se encuentra en el cuarto lugar luego de La Matanza, Merlo y Moreno.
Para colmo, el malestar es tan notorio que han trascendido grupos de militantes que critican el desempeño de los funcionarios y la falta de turnos que ellos mismos promocionan en las redes. En este escenario, el plan de vacunación así no funciona.