En lo que va del año se registraron 142 femicidios en Argentina, entre ellos 19 vinculados y 5 travesticidios. Los números dan cuenta de que una mujer es asesinada por violencia de género cada 40 horas, según informó la organización MuMaLá-Mujeres de la Matria Latinoamericana.
Como consecuencia de estos crímenes, 151 niños, niñas y adolescentes quedaron sin madre. Además, el total de los casos se eleva a 219 si se suman las muertes violentas de mujeres vinculadas al delito o sus colaterales y los suicidios vinculados a sus relaciones.
El documento elaborado por MuMaLá sobre los hechos ocurridos entre el 1 de enero y el 30 de agosto de este año, señala que en 85 casos de los 142 registrados, el femicida era la pareja o expareja de la víctima, mientras que en 24 casos el asesino era conocido por la víctima y en 11 eran familiares.
La organización feminista también advirtió que hubo 220 intentos de femicidios y el 13% de los femicidas se suicidaron luego de cometer el asesinato.
Los datos también revelaron que el 24% de las víctimas ya había denunciado a su femicida por violencia de género, mientras que el 15% tenía orden de restricción de contacto o perimetral y sólo un 2% contaba con botón antipánico.
Por su parte, se registraron 32 muertes violentas asociadas al género, vinculadas a economías delictivas o colaterales y robos, y 34 continúan en proceso de investigación, a la espera de autopsia y peritajes.
Dentro de las características principales de las 142 víctimas, en lo que refiere al rango etario, el 56% tenían entre 19 y 40 años, mientras que el 35 % tenían más de 60 años y el 7% tenían menos de 18 años, reflejando una edad promedio de las mujeres de 39 años.
En cuanto a la modalidad del hecho, el 35% fue asesinada con arma blanca, el 26% con arma de fuego, el 19% asesinada a golpes, el 8% quemadas y otro 8% asfixiadas.
El informe también detalla que el 13% de los femicidios fueron cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad -policías, militares, servicio penitenciario, -ya sean activos o retirados-, donde en el 32% de los casos, los femicidas utilizaron su arma reglamentaria.