El referente de la lista Avanza la Libertad, Javier Milei, se presentó en la mesa 2256 cuando faltaban cuatro minutos para las 11 de la mañana. Vestido de cuero y con la satisfacción de escuchar el saludo de algunos automovilistas que hicieron sonar sus bocinas cuando lo identificaron, Milei ingresó al lugar de votación y prometió que luego saldría a hablar con los medios.
Minutos después, ya en la calle, enfrentó los micrófonos con el tono provocador y desafiante que lo caracteriza: “Ahora llega el momento del veredicto de la gente, es cuando los individuos tienen que decidir cambiar este rumbo decadente”.
Al ser repreguntado sobre si él ahora no pasa a ser parte de la política que tanto cuestiona, respondió con virulencia: “No soy político, soy un outsider y me meto para terminar con la casta política, busco entrar al sistema para barrer con el status quo”.
Insistió en que se metió en política para barrer con la crisis actual y auguró: “Si no cambiamos, en cinco años vamos a ser la villa miseria más grande del mundo”.