Luego de que ingresara a la Legislatura provincial el proyecto de alcohol cero al volante, el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D’Onofrio, resaltó el espíritu de la ley.
“El alcohol disminuye no solo reflejos sino también fines inhibitorios, esa sensación de euforia y de que se puede hacer todo, que son elementos que causan desgracias vinculadas a la alcoholemia”, advirtió D’Onofrio, respecto a la consecuencia negativa que conlleva la especulación en torno a la cantidad de alcohol que se puede ingerir previo a conducir y que actualmente tiene como límite el 0,5 % de esta sustancia en sangre.
La iniciativa prevé la modificación de la Ley 13.927 del Código de Tránsito, estableciendo la tolerancia cero de alcohol en sangre para la conducción de vehículos y tomará estado parlamentario esta semana en la Legislatura, establece como punto central.
“Queda prohibido conducir cualquier tipo de vehículo con motor con impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para conducir o con una concentración de alcohol superior a cero miligramos de alcohol”, reza la iniciativa.
En esa línea, D’Onofrio declaró: “Para nosotros la seguridad vial es fundamental, ya que la Provincia de Buenos Aires tiene la desgraciada estadística de 4 muertos por día en siniestros viales. Hay que modificar la ley de tránsito para tener tolerancia cero en alcohol al volante”.
Y subrayó: “No estamos proponiendo a nadie que cambie sus costumbres. Lo que tiene que cambiar es el momento después, la logística de volver a casa, caminando, con transporte público o con conductor designado, pero nunca más con alcohol al volante”.