Cuando parecía que la primera sesión del año transcurriría con normalidad, se generó un nuevo dolor de cabeza para el gobierno de Axel Kicillof. En descontento con el Gobernador, la tropa del Frente Renovador de la Legislatura bonaerense se levantó de sus bancas y no participó de la discusión en Diputados.
El descontento de la tropa massista se basa en reclamos que le llevaron más de 20 intendentes renovadores, que no tuvo respuesta por parte del Poder Ejecutivo.
En vísperas a una nueva reunión del partido en un municipio de la Séptima Sección y a pocos días de la Apertura de Sesiones ordinarias en la Legislatura bonaerense, el Frente Renovador se retobó y generó la primera interna fuerte del 2024 en Unión por la Patria.
Los reclamos de los intendentes renovadores se basaron en la situación de IOMA. Es que desde diciembre alertaron al Gobernador en otras temáticas como educación y seguridad, sobre todo en los distritos comandados por alcaldes massistas.
En este escenario, Sergio Massa convocó de urgencia a la tropa bonaerense para dar instrucciones sobre los pasos a seguir y se esperan definiciones en la próxima cumbre en Roque Peréz.
“El faltazo es un gesto”, dicen dentro del bloque de UxP, siendo cuidadosos con los próximos pasos, aunque la ruptura es inminente. “Le pedimos respuestas a Axel porque la Seguridad es un problema. Lo viven nuestros ciudadanos y los que dan respuestas son nuestros intendentes”, reclamaron desde el sector massista en Diputados.
Otro de los problemas que se visualizan en el Frente Renovador es una traición de Máximo Kirchner al acuerdo por la Presidencia compartida. Es que no está claro cómo será la transición entre Alejandro Dichiara y Alexis Guerrera, lo que genera una tensión extra a la frágil alianza que hoy sostiene Kicillof en la Provincia.